## El impacto de las pantallas en la infancia y la creatividad
El uso excesivo de dispositivos electrónicos, como tablets, smartphones y videojuegos, ha transformado la forma en que los niños interactúan con el mundo y con ellos mismos. Estudios recientes indican que el tiempo prolongado frente a pantallas puede limitar la capacidad de concentración, reducir la creatividad y afectar el desarrollo emocional. Las pantallas ofrecen estímulos rápidos y pasivos, dejando poco espacio para que los niños exploren su entorno y desarrollen habilidades cognitivas de manera autónoma.
Por otro lado, la imaginación es la base del aprendizaje y del crecimiento personal. Cuando los niños se sumergen en juegos que requieren inventar historias, resolver problemas y crear mundos imaginarios, están construyendo conexiones neuronales que fortalecen su pensamiento crítico y su capacidad para innovar. Además, el juego libre y sin guiones preestablecidos fomenta la autonomía y la confianza en sí mismos, aspectos fundamentales para su bienestar emocional.
## Beneficios de fomentar el juego tradicional para recuperar la infancia
Incorporar espacios y momentos libres de pantallas permite que los niños (y adultos) redescubran el poder del juego tradicional. Jugar con bloques, muñecos, objetos cotidianos o simplemente al aire libre, estimula la creatividad y promueve el desarrollo físico y social. Al involucrar a padres y educadores en esta práctica, se crea un entorno enriquecedor donde la imaginación florece y los lazos afectivos se fortalecen.
Además, el juego tradicional contribuye a mejorar habilidades como la resolución de conflictos, la cooperación y la empatía. Al compartir momentos de juego, los niños aprenden a comunicarse, negociar y respetar turnos, competencias clave para su vida futura. También se reduce el estrés y la ansiedad, incrementando la felicidad y la motivación para aprender y explorar.
Para lograr un equilibrio saludable, es recomendable establecer límites claros en el uso de dispositivos digitales y promover actividades que incentiven la creatividad. Crear rutinas diarias dedicadas al juego libre, organizar salidas al parque o talleres artísticos son estrategias efectivas para lograrlo. Así, se recupera la esencia de la infancia, esa etapa maravillosa donde la imaginación no tiene límites y cada día es una aventura por descubrir.
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Reducir el tiempo frente a las pantallas y potenciar el juego imaginativo es una inversión invaluable en el desarrollo integral de los niños. Menos pantallas, más imaginación: esa es la clave para recuperar la infancia y construir bases sólidas para el futuro. Implementar estos cambios en el día a día no solo mejora la calidad de vida de los pequeños, sino que también crea un ambiente familiar más unido y creativo. ¡Es momento de desconectar para conectar con el verdadero espíritu infantil!




